¿Recuerdas qué fácil era hacer amigos en la infancia? Solo era necesario ir al patio de juegos, empezar a charlar con alguien, saltar en los charcos o escarbar en la arena, ¡y listo! De alguna manera mágica ya se convertían en los mejores amigos. Cuando somos adultos, lamentablemente, esa técnica no funciona, es por eso que cada amistad que tenemos vale oro.
1. Apoyo 24/7, y no solo en tiempos difíciles

2. Si tu amigo no hace hasta lo imposible en busca de un ángulo exitoso, quizás no sea tu mejor amigo

3. "Mi mejor amigo se casó ayer, y nuestro colega en común fue su testigo"
